Termoplàsticos
Termoplàsticos
						Termoplàsticos
Un polímero termoplástico tiene una estructura molecular mayoritariamente lineal con o sin ramificaciones. Las moléculas quedan enmarañadas unas con otras, pero sin que se produzca la reticulación
						entre sí con enlaces covalentes (enlaces químicos). La elevación de la temperatura hace que la fuerza de los
						enlaces secundarios se debilite (porque la movilidad molecular aumenta) y esto facilita el movimiento
						relativo de las cadenas adyacentes al aplicar un esfuerzo, fluyendo como un líquido altamente viscoso. Un termoplástico reblandece (se ablanda) llegando a fluir cuando se somete a un calentamiento y vuelve a ser
						sólido y rígido (se endurece) cuando baja la temperatura. Estos procesos son totalmente reversibles y pueden
						repetirse de forma reiterada. Este comportamiento permite que el plástico sea moldeado un número indefinido
						de veces, por efecto combinado de la presión y la temperatura, pues basta calentarlo para que reblandezca, se
						haga viscoso y sea introducido en un molde para que al enfriarse adquiera la forma del mismo. La
						degradación irreversible se produce cuando la temperatura de un termoplástico fundido se eleva hasta el punto
						que las vibraciones moleculares son tan violentas que pueden romper los enlaces covalentes.
						Los termoplásticos son relativamente blandos y dúctiles. La mayoría de los polímeros lineales y los que tienen
						estructuras ramificadas con cadenas flexibles son termoplásticos. Clasificamos los polímeros termoplásticos en cuatro grandes familias: Poliolefinas, polímeros vinílicos y acrílicos,
						fibras orgánicas y termoplásticos especiales.
Poliolefinas
Especial importancia industrial tienen los polímeros y copolímeros derivados de las olefinas (Una olefina es
						un compuesto que presenta al menos un doble enlace carbono-carbono. Ejemplo de olefinas son el etileno y
						el propileno. Es un término anticuado que está cayendo en desuso. La IUPAC ha internacionalizado el término alqueno,
						concretamente del etileno (eteno) y propileno, cuyo uso ha alcanzado la más amplia extensión de todos
						los materiales termoplásticos. El polietileno es probablemente el polímero que más se ve en la vida diaria. Es
						el plástico más popular del mundo. Éste es el polímero con que se hacen las bolsas de almacén, los frascos de
						champú, los juguetes de los niños, e incluso chalecos a prueba de balas. Por ser un material tan versátil, tiene
						una estructura muy simple, la más simple de todos los polímeros comerciales.
						Si bien teóricamente se podrían considerar poliolefinas a los polímeros derivados del isobutileno y otras
						monoolefinas superiores, en la práctica se les clasifica como elastómeros, pues encuentran su aplicación
						mayoritaria en la obtención de cauchos sintéticos, sometiéndoles a procesos especiales de vulcanizado para
						reticular sus cadenas moleculares.
Polímeros vinílicos y acrílicos
Este grupo comprende los polímeros de los derivados del etileno y del propileno, fundamentalmente del
						cloruro de vinilo, del estireno, del acrilonitrilo y de los ésteres del ácido acrílico y metacrílico (acrilato y
						metacrilato de metilo).
						De todos ellos destaca por su importancia industrial el policloruro de vinilo (PVC), cuyo consumo es
						ligeramente inferior al del PEBD pero mayor que el del PEAD y, por tanto, que el del polipropileno. El poliestireno se utiliza mucho menos (principalmente, por razones económicas), aunque tiene campos de
						aplicación muy específicos en los que resulta insustituible. Adicionalmente tiene especial importancia como
						componente de los cauchos sintéticos (butadieno-estireno), resinas ABS (acrilonitrilo-butadieno-estireno),
						poliésteres reticulados, etc.
						El poliacrilonitrilo tiene un campo de aplicación muy específico en las fibras sintéticas (fibras acrílicas).
						Finalmente el polimetracrilato de metilo también tiene un campo de aplicación muy concreto, como es el de la
						fabricación de vidrios orgánicos.
						Junto a las aplicaciones de estos polímeros en estado sólido, existe un importante consumo de los mismos en
						forma de dispersiones o emulsiones acuosas, que se designan generalmente como vinílicas o acrílicas. Las
						primeras suelen prepararse a base de acetato de vinilo copolimerizado con cloruro de vinilo y otros
						monómeros. En las segundas forman parte además diversos ésteres del ácido acrílico, principalmente el de
						metilo.
						Recientemente ha adquirido una cierta importancia el alcohol polivinílico (polivinil alcohol, PVA), producto
						sólido obtenido por saponificación del poliacetato de vinilo (ya que el monómero correspondiente no es
						estable) y que también suele formar parte de algunas de las dispersiones vinílicas más utilizadas.
Poliestireno (PS) y copolímeros
El estireno es un líquido incoloro de punto de ebullición a presión atmosférica de 145ºC. Es un monómero
						commodity para fabricación de diversos polímeros: poliestireno, resinas ABS, cauchos, poliesteres. Se produce vía etilbenceno mediante etileno y benceno. El poliestireno (PS) es un polímero termoplástico que se obtiene de la polimerización del estireno. Existen
						cuatro tipos principales: el PS cristal, que es transparente, rígido y quebradizo, el poliestireno de alto impacto,
						resistente y opaco, el poliestireno expandido, muy ligero, y el poliestireno extrusionado, similar al expandido
						pero más denso e impermeable. Las aplicaciones principales del PS de alto impacto y el PS cristal son la
						fabricación de envases mediante extrusión-termoformado, y de objetos diversos mediante moldeo por
						inyección. La forma expandida y extruida se emplean principalmente como aislantes térmicos en
						construcción.
						La primera producción industrial de poliestireno cristal fue realizada en Alemania, en 1930. El PS
						expandido y el PS choque fueron inventados en las décadas siguientes. Desde entonces los procesos de
						producción han sido mejorados sustancialmente y el poliestireno ha dado lugar a una industria sólidamente
						establecida. El poliestireno es hoy el cuarto plástico más consumido, por detrás del polietileno, el
						polipropileno y el PVC.
						El poliestireno es un polímero transparente, incoloro, de densidad 1.06 g/cm3
						y muy duro y resistente,
						aunque frágil. Se reblandece a 90-95°C y a 140°C es un líquido poco viscoso, lo que le hace
						especialmente adecuado para el proceso de moldeo por inyección, pudiendo obtenerse sin dificultad objetos
						de pared muy delgada.
Poliacrilonitrilo (PAN), poliacrilatos y polimetacrilato de metilo (PMMA)
La aplicación industrial más importante del poliacrilonitrilo es la fabricación de fibras acrílicas (contenido
						de AN > 85%) y modacrílicas (con AN entre el 35 y 85%, siendo el otro componente mayoritario el PVC),
						además de su participación en las resinas ABS, ASA y SAN, junto con el estireno.
						El hilado de las fibras acrílicas se realiza en solución del polímero en dimetilformamida (DMF), que se
						evapora a la salida de la hilera múltiple. Los hilos extrusionados deben estirarse para orientar las cadenas en
						el sentido de la fibra, lo que origina un aumento importante de la resistencia a la tracción, su teñido no
						resulta sencillo, pero se facilita copolimerizando el acrilonitrilo con otros materiales. La resistencia al calor, a la humedad y a los agentes químicos es muy buena y excepcional al efecto de la luz solar. Se utilizan en la
						fabricación de pieles artificiales, alfombras, moquetas, etc., además de los tejidos en los que se mezclan con
						lana, poliamidas, etc.
						Los poliacrilatos de metilo y etilo (resinas acrílicas) se trabajan con dificultad por extrusión o moldeo por
						inyección debido a su alta viscosidad en estado fundido, lo que obliga a mayores potencias que las necesarias
						para otros termoplásticos.
						Los procesos de transformación de estas resinas tienen ciertas peculiaridades debidas a las retracciones
						longitudinales de hasta un 2%, que se producen al calentar las láminas o placas por primera vez, por ello
						generalmente no se utilizan en estado puro sino en forma de copolímeros junto con el estireno.
						Las resinas acrílicas son incoloras, pero cuando se les da color mediante tintes ofrecen una gran estabilidad y
						resistencia al cambio de color, tanto expuestos a la intemperie como a la luz artificial. Tienen buenas
						propiedades de transmisión de la luz.
						Las principales aplicaciones son debidas a estas propiedades: placas de señalización y anuncios, carcasas
						de faros y reflectores. Además están siendo utilizadas cada vez más en la fabricación de artículos sanitarios
						con colores muy estables, tales como bandejas, bañeras, retretes, etc.
						Copolimerizados con estireno y otros monómeros vinílicos en emulsión acuosa se utilizan para la preparación
						de pinturas y adhesivos.
						El polimetacrilato de metilo (PMMA) aparece en 1928, cuando el químico alemán W. Bauer desarrolla un
						nuevo material plástico transparente capaz de sustituir al vidrio, ya que tiene la ventaja de que no se astilla. Es
						durante la Segunda Guerra mundial que este plástico fue producido a escala industrial. Es el más importante
						de los polímeros derivados del ácido acrílico.
						El polimetacrilato de metilo (PMMA), es el plástico que ofrece mejores propiedades ópticas
						(transparencia 92 %), junto con una buena resistencia a la tracción y al impacto, además de resistencia a
						los agentes químicos. Su dureza no es demasiado buena comparada con los vidrios minerales (borosilicatos),
						así como tampoco su resistencia al desgaste y a la abrasión.
Poliamidas
Una poliamida es un tipo de polímero que contiene enlaces de tipo amida. Las poliamidas se pueden encontrar
						en la naturaleza, como la lana o la seda, y también ser sintéticas, como el nylon o el Kevlar.
						Las más usadas son las poliamidas alifáticas, obtenidas por reacciones de condensación de diaminas
						(principalmente la hexametilendiamina, HMDA, H2N(CH2)6NH2) y ácidos dicarboxílicos (adípico, sebácico, dodecílico, etc.), por una parte, y de los ω-aminoácidos o sus
						lactamas (como la ε-caprolactama), por otra. En este último caso se produce la apertura del anillo de la
						lactana y el crecimiento de la cadena por unión de dos grupos funcionales. Todas ellas se conocen
						comercialmente como “nylons” y se designan mediante números, que corresponden a los átomos de
						carbono de la diamina y del diácido, secuencialmente, o del aminoácido.